miércoles, 7 de octubre de 2009

Que le den al amor!

Todavía hay veces en las que me pregunto cómo eres. Qué se siente cuando llegas, llenando el estómago de mariposas que me hagan volar por los aires sin tener alas. Cómo será despertar cada mañana y sentirte conmigo, suavizando la realidad. Ver los colores más intensos de lo que son.

Ha pasado tanto tiempo…toda mi vida.

Creí encontrarte, pero no eras tú, el sentimiento se disipó en un latido.

Me informé sobre ti, y sé que en ocasiones eres inalcanzable y otras tan cercano…

El mundo gira entorno a ti y piensa que eres maravilloso.

Yo ya no lo creo.

Yo ya no te espero.

Quiero que sepas que en el tiempo ya no te reconozco, y si me cruzo contigo no sabré que eres tú. La espera ha atenuado el interés hasta dejarme sólo estos momentos, en los que me vuelve la conciencia de que estarás por ahí, alterando corazones que no son el mío.

Estuve enfadada contigo, por no venir aunque fuera a verme, a saludarme o tan solo cruzarme contigo y sentir un viento fresco en la cara que me hiciera reconocerte.

Ya no quiero, ya no estoy enfadada, eres sólo la nostalgia de algo que pudo ser y no fue. He aprendido a valorar lo cotidiano y no tan cotidiano, que me llena y me da serenidad. Tú eres como una foto de la infancia a la que nunca se puede volver, pero que trae los recuerdos de otros días en los que te buscaba y creía que te encontraría.

No te preocupes, estoy bien, juego con el reflejo de ti que has dejado en otros, juego a hablar de ti como si me importaras y me dicen que un día llegarás. No lo hagas.

No quiero que remuevas mi existencia hasta no saber si estoy arriba o abajo, no quiero tu calor ni tu compañía, me basto yo.

Y ahora sé dónde encontrarte, ahora sé el sentido que hay que seguir para llegar a ti. Ahora espérame tú y entenderás un poco más sobre el significado de crueldad., espérame tú y sabrás lo que es perder la esperanza. Espérame…

© Rapanuy, 2009

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